Todo individuo en la tierra debe de tener como propósito de vida una visión.
La visión es todo aquello que te va a distinguir de los demás seres humanos. Sabemos que no existió, ni existe, ni existirá nadie como tú en la tierra, lo que hace que la visión que tienes sea única en todo el universo.
La visión es un elemento sobrenatural y no terrenal, lo cual provoca un desafío en nuestro interior cuando se nos proyecta aquello que nos va distinguir, porque esto es un asunto Divino.
En la Biblia hay un ejemplo maravilloso y clásico de lo que es recibir una visión. Cuando vamos al libro de Habacuc capítulo 2, versículo dos, Dios le da una instrucción clara al profeta.
La primera orden que le dio fue que escribiese la visión. En esa palabra escribir es que nos vamos a concentrar. La palabra escribir es la palabra hebrea "katáb" y significa grabar, describir, inscribir, prescribir y suscribir. Si notamos el significado de todas estas palabras notamos que es el proceso que debemos de llevar en toda visión que el Todopoderoso nos da. Tenemos que tener claro en nuestro corazón lo que vamos a traer al mundo físico para que se pueda ver claramente todos los atributos o distintivos de la visión.
Además tiene que quedar registrado pues ese regístro es el que nos permitirá recibir lo prescrito. Esto es un compromiso que nos hace ser parte de la visión y más que ser parte de la misma es cumplir la encomienda que Dios nos dio a nosotros en la tierra.
-Pastor Josué Rodríguez Sánchez-
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