El rey de las guayaberas cubanas
El sastre de origen libanés, Said Selman, hizo 12 innovaciones a la prenda nacida a orillas del río Yayabo, en Sancti Spíritus, y así se hizo famoso en Cuba y en el mundo
Por: Luis Hernández Serrano
Correo: luishs@jrebelde.cip.cu
20 de agosto de 2008 00:12:57 GMT
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«El pasado 16 de agosto, en el Salón Jerusalén e la Unión Árabe de Cuba, en Ciudad de La Habana, se realizó el homenaje a mi padre en el 110 aniversario de su nacimiento», dice Ricardo Munir Selman-Housein Abdo. Foto: Roberto Morejón
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«Nadie puede negar que la guayabera es cubana, nacida en las márgenes del río Yayabo, en Sancti Spíritus, a principios del siglo XVIII. El próximo año cumplirá tres centurias como prenda del vestuario de la Mayor de las Antillas. Pero cuando se hable de su historia, no debe olvidarse lo que hizo mi padre por ella».
Esto reflexiona el profesor Ricardo Munir Selman-Housein Abdo, nacido el 9 de junio de 1941 en Cárdenas, Matanzas, de padres árabes: Said y Hind, naturales del Líbano, y que se asentaron en aquella ciudad yumurina en la primera década del siglo XX.
«Mi primera referencia literaria acerca de la guayabera, la tuve al leer el folleto de Pedro Carballo Bernal, de Santa Clara: La Guayabera en Cuba, publicado en 1954, donde alude a que una familia de apellido Valdivia le habló del nacimiento de esa prenda en 1709, en Sancti Spíritus, a orillas del río Yayabo.
«Pero mi padre, Said, fue quien revolucionó la típica prenda cubana, con la creación de novedosos modelos, confeccionados a la medida. Le hizo diferentes innovaciones, muy famosas en Cuba y en el extranjero. Esto tampoco puede ni negarse, ni olvidarse».
Said Selman (Eugenio), nació el 14 de agosto de 1898 —hace 110 años— en la aldea libanesa de Bi-HaBuch. En 1914 llegó a Cuba, procedente de Monte-Líbano, con su cabeza llena de ilusiones y esperanzas. Unos años después, concretamente en 1924, se hizo sastre en la tienda La Salvación Obrera, de la ciudad de Cárdenas.
Evoca el también investigador de temas culturales, que en 1928 su padre se traslada para la ciudad de Santa Clara, donde abre la tienda-sastrería El Líbano.
Cuenta que Said funda por esa época la Sociedad Libanesa de Santa Clara y la colonia de ese país allí lo nombra su presidente. Más tarde, en 1933, sufre un accidente en un ómnibus; salvó la vida, pero le quedó muy afectado el brazo izquierdo.
Al compás de la guayabera